Poco a poco l gente que estaba en el jardin se fue llendo, hasta que solo quedo un muchacho, de unos ojos grisaseos, un cabello largo de un clor face rojizo y vistiendo unos pantalones con cadenas y una capa que e cubria todo el cuerpo hasta los tobillos.
-El segundo jardin mas grande, se siente bien que sea mio-
Dijo sonriendo algo lacivo y ambisiso, mientras se sento en un banca frente a la escultura. Su cara cambio de faccion, a una mas amable y que parecia inocente. Sabia que alguien llgaria, y no deberian saber su identidad, que estaba oculta.
-Estoy aburrido, almenos sali de esa horrible mansion-
Dijo mientras contemplaba la Luna Roja, para el era la escultura mas hermosa de la cuidad.