Un dia de descanzo(privado hazuki)

*mi primer dia libre desd emi mudanza y decidi pasarlo en la hacienda de la familia de takashi-sama, pero lo extraño del dia era que hoy no venia con takashi-sama, venia solo*
un dia de descanzo no hace mal a nadie
*dije mientras caminaba por los campos que estaban separados del bosque con una cerca de palos y alambre, vindo el horizonte, pero a lo lejos, comenze a evr a otra persona...que haria alguien mas en el territorio morinozuka?*

Estaba cansada y algo molesta. Tenía que tener escrito para mañana tres capitulos mas de la nueva novela, y sencillamente no estaba inspirada. Lo mas chistoso de todo es que me la pasaba de fiesta en fiesta, y justamente acababa de venir de una, que había sido un completo desastre, y eso que se suponia que las fiestas de disfraces eran divertidas. Caminé con la idea de ir al bar mas cercano a tomar algo, necesitaba algohol dentro de mi cuerpo. Tal vez no fuera buena idea ir vestida de mucama(? pero bueno, era lo que había y me daba igual. Me cansé de caminar y me detuve sentandome, puesto que tambien me creía perdida.
-Demonios-dije en un suspiro-..esto es increíble.-gruñisarcásticamente, mientras cerraba los ojos, puesto que me estaba entrando un poco de sueño

*observe a la chica que se sento en el cesped, estaba vestida de mucama, lo cual me hiso supober que era una de las mucamas de la hacienda, pero verlq tan lejos del edificio y casi atravezando el campo me hiso dudar, por lo que me hacerce y le sonrei amigable*
disculpame, pero se puede saber que haces aqui??
*dije lo mas cordial que pude, sin dejar de estar algo serio y un tanto timido*

Antes de que pudiera caer dormida, la voz de un niño sonó cercana. Abrí los ojos y le miré.
-¿Intentar dormir? Nah, broma. Me perdí.-admití suspirando apesadumbrada.

*me rei un poco escuchando a la muchacha, almenos supe queno era de la hcienda*
psss no se ad donde vayas, pero puedes hospedarte en la hacienda...tus ropas huelen algo extraño
*dije un tanto incomodo, tanto como su aliento como sus ropas olian a alcohol, volte la mirada señalando el edificio y las cabañas que habia en el centro de todas esas hectareas de campo*

-A... ese es el quit de la cuestión. No importa de donde vengas, sino a donde vas... -recité en un suspiro soñador. Verdaderamente cuando me embriagaba era otro cantar.
-Oh, eres muy amable, con gusto aceptaré tu oferta. Por cieto, llevo el olor de la libertad(?-dije mientras dirigía mi mirada hacia donde lo hacía él.
-Wow. No escatimas en gastos, ¿eh?-bromeé guiñandole un ojo a la vez que le codeaba en las costillas.